Agricultura Familiar y la lucha contra la pobreza
Se estima que 2.6 billones de personas, o el 40% de la población mundial está vinculada a la pequeña agricultura y agricultura familiar. Aun cuando la gran mayoría de campesinos y campesinas cultivan en predios pequeños, colectivamente utilizan una gran parte de la tierra cultivable, y producen un gran porcentaje de la producción mundial de alimentos.
Existe ya una convicción de que una de las claves para disminuir el hambre a nivel mundial, la pobreza, y mitigar los impactos del cambio climático se sustenta en las iniciativas asumidas por la agricultura familiar. Es decir la importancia y significación que ha asumido la agricultura familiar en la agricultura, su impacto en la economía, y en la realización de un desarrollo sustentable, es demasiado grande para ser ignorada.
Desafortunadamente la realidad es otra. La mayoría de los sistemas de información y políticas en relación a la agricultura toda-vía se focalizan primariamente en la agricultura a gran escala, la agricultura industrializada, mientras que la agricultura familiar no ha adquirido la centralidad que se merece.
La ausencia a veces de políticas, programas, información detallada y actualizada en relación a la agricultura familiar, particularmente en países en desarrollo, resulta en un factor mínimamente considerado para enfrentar crisis alimentarias, des-nutrición, pobreza y pérdida de biodiversidad. Esta misma realidad a veces se ve reflejada en la subutilización de conocimientos ancestrales, practicas, propias de la agricultura familiar para enfrentar los desafíos de la globalización, y últimamente los efectos de los cambios climáticos.
Una mejor comprensión, de los desafíos y oportunidades, que ofrece el desarrollo de una agricultura familiar saludable, sus impactos e interacciones socia-les, económicas, financieras y medioambientales, junto a una mejor gestión de la misma, puede traducirse en su fortalecimiento, para lograr mejores resulta-dos y una mayor efectividad de su aplicación.