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La organización de un microemprendimiento productivo es una construcción social resultante de relaciones de poder entre actores individuales que buscan satisfacer sus objetivos particulares que se insertan finalmente en un objetivo de conjunto.
La inserción de los microemprendimientos en la comunidad local debe poner énfasis en los aspectos económicos de los procesos productivos. Para ello es fundamental el conocimiento y la aplicación de conceptos tales como: mercado, oferta, demanda, consumo, estrategias, precios.
A la hora de emprender un negocio hay que tener en cuenta varios factores con el fin de que la ilusión y las ganas de hacerlo bien no se traduzcan en un fracaso.
Las posibilidades de obtener grandes beneficios junto a la satisfacción de llevar a cabo algo por cuenta propia son los factores que, en la mayoría de las ocasiones, empujan a muchas personas al "amprendizaje".
Idea: tener una buena idea es recomendable, aunque no imprescindible .
Gestión: una cosa es tener una buena idea y, otra diferente, tener un buen negocio. Una buena idea se transforma en un buen negocio cuando se gana dinero; y lo que hace que la primera se convierta en lo segundo, es la gestión. Lo complicado no es montar una empresa -esto lo puede hacer cualquiera- sino gestionarla eficazmente.
Capacidad de trabajo: el emprendedor vive para su negocio: 24 horas al día, 7 días a la semana, 52 semanas al año. Siempre con la empresa a cuestas. Los negocios reclaman lo mejor del individuo. Además, en los comienzos, el control de los costes es primordial, por lo que hay que estar dispuesto a hacer de todo con tal de ahorrar unos pesos. Uno no se puede dar grandes alegrías. Lo mínimo para rendir lo máximo.
Paciencia: no se quita el candado, se abre la puerta el primer día y los clientes están fuera esperando como locos para entrar. Más bien sucede lo contrario. El primer día no entra nadie; el segundo algún despistado; y así hasta que uno se hace un nombre y empieza a ser conocido.
Visión de futuro: es necesario que el emprendedor sea un adelantado a su época y vaya por delante del mercado.
Capacidad comercial: contar con un producto atractivo es importante, pero mucho más lo es aún ser capaz de captar clientes.
FORTALEZAS
Se gestiona con poco capital y bajos costos operativos.
Tienen la posibilidad de adaptarse fácilmente a los cambios (en relación a empresas de mayor tamaño).
Concentran fuertemente decisión y acción. El que toma las decisiones es el mismo que ejecuta.
Tienen acceso directo al consumidor.
VENTAJAS
Autonomía de decisión: El microemprendedor puede tomar todo tipo de decisiones en forma independiente, respecto a objetivos, tareas, formas de ejecución de las mismas, etc.; e inclusive puede rever dichas decisiones, sin los condicionamientos que existen cuando desarrolla una actividad como subordinado.
Acción unipersonal: En un microemprendimiento es posible que, en función a su conveniencia, un gran espectro de tareas recaiga sobre una sola persona.
CONCLUSIONES
• Encuentre su nicho de mercado.
• Para ser competitivo: especialícese!!!
• Sea único, sea original, sea especial, sea diferente, sea creativo/a.