Reflexión.  

Si los médicos vemos las enfermedades  y olvidamos a los enfermos seremos unos simples zapateros

Por: Dr. Enrique: M. Creado

Los médicos, a causa de nuestra mentalidad profesional asistimos, en cierto modo y con regocijo a la inauguración de un hospital al cual calificamos como bello, bien construido y mejor habilitado sin pensar que se trata de un recinto destinado a albergar el sufrimiento humano. Como hombres sensibles desearíamos que no fueran necesarios los hospitales ni aún los mismos médicos, puesto que así se abría consumado el triunfo de la medicina, el del espíritu sobre la materimal.                                                                                          

El hombre sano o enfermo, en función de la sociedad, es el objetivo transcendente de la medicina. Ese hombre es un ser que vive en familia que tiene mal o bien una vivienda y un hogar, que concurre a sitios de distracción, que trabaja y produce o desea producir más, que configura en su espíritu aspiraciones justa, ambiciones pequeñas y desmedidas, que anhela recibir el fruto compensatorio de su trabajo, que siente, sufre y goza de alegrías sencillas, estado de ánimo que en conjunto es el propio mundo interior. Cuando llega la enfermedad, ésta no solo perturba el funcionamiento de sus órganos, sino también todo ese conjunto de esfuerzos acumulados y sacrificios que por lo general, se viene abajo estrepitosamente. Los médicos, si solo vemos la enfermedad, si solo indagamos el órgano enfermo corremos el riesgo de pasar por alto ese pequeño mundo que envuelve al individuo como algo imponderable. Si los médicos vemos enfermedades y olvidamos al enfermo como unidad psicosocial, seremos simple zapateros remendones de la personalidad humana, no olvidemos que el enfermo no es un caso clínico ni una curiosidad científica ni un problema exclusivamente médico. Cuando se piensa demasiado en la enfermedad, se subestima al enfermo. Los médicos nos aferramos a la histórica clínica, olvidando a menudo que el enfermo es un complejo no solo somático, sino también psicológico y social.                                                                                                                    

 La salud no es, en sí misma y por sí misma el bienestar, pero sí es condición ineludible del mismo. No es un fin sino un medio y en el mejor de los sentidos un medio social, porque no se trata de asegurar la salud para un goce más, sino para que el hombre se realice plenamente como un ser físico, intelectual, emocional y moral, afianzando su conquista del medio exterior y su propio dominio interior. Por lo tanto el estado de salud no constituye un fin en sí mismo para el individuo ni para la sociedad,  sino una condición de vida plena, y no se puede vivir plenamente, si el trabajo es una carga y la casa es una cueva y si la salud es una prestación más  del trabajador.                                                                                                                                                      

Bien lo estableció la declaración inicial de la Organización Mundial de la Salud, cuando afirma:” no puede concebirse pueblos sanos sino cuando han sido resuelto o por lo menos simultáneamente encarados, los problemas de la economía familiar, su estado de salud, su medio ambiente y la ecología acompañado de los problemas sociales inherentes al hombre mismo”. El  hombre debe ser el centro del interés de todos los esfuerzos de los pueblos y de los gobiernos revalorizando al hombre  como un ser social y moral.                                                                                              

La medicina de nuestro tiempo tiende cada vez más a ocuparse de la salud y  de lo sano, y su objetivo fundamental no es la enfermedad, sino prevenirla controlando los factores de riego que la producen y orientar su acción a otros factores indirectos, la miseria, la ignorancia, comprendiendo que los componentes sociales como la mala vivienda, la falta de agua potable, alimentación inadecuada y los salarios bajos tienen tanto o más transcendencia en el estado sanitario de un pueblo, que la constelación más virulenta de agentes biológico. La medicina debe no solo  curar enfermos, sino enseñar al pueblo a vivir en salud y con optimismo para que la vida se prolongue y sea digna de ser vivida, este es un viejo problema a resolver de la humanidad.                                                                                                                                 

El día en que todos los hombres sanos se controlen periódicamente para tener una exacta idea de su estado de salud, habrá triunfado la medicina preventiva. La libertad y la salud son dos bienes imponderables que por su misma inmaterialidad solo se aprecian, en su valor mismo, el día que se las pierde.

                                                                                                             Médico Diplomado en Cardiología

COMENTARIO SOBRE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD

En la estación invernal aumenta el riesgo de contraer enfermedades respiratorias y reagudizar la enfermedades crónicas del aparato Respiratorio por agentes microbianos o virales, con la aparición de nuevas cepas virales altamente agresivas y con rápida evolución llevando a la muerte muerte algunos pacientes, es lo que esta sucediendo desde algunos años a esta parte por el virus causante de la gripe A- a pesar de haberse tomado las medidas preventivas con inmunizaciones y promover las distintas medidas higiénicas por distintos medios de difusión. Como la patología producida por agentes virales solamente se la puede controlar realizando prevenciones especificas con vacunación y con medidas higiénicas, cabe destacar que las vacunas antigripales están prevista en el calendario anual de inmunizaciones recordando que en esta oportunidad es

Para la gripe estacional y la gripe A afectándose primeramente la administración a grupo de riesgo como son las embarazadas en cualquier periodo de gestación, las puerperas hasta el sexto mes después del parto, a los bebes entre los 6 a 24 meses de edad recomendando que debe recibir dos dosis con intervalo de una de otra con 4 semanas de diferencia, de la misma forma se vacunaran aquellos niños entre edades 2 a 8 años de edad que nunca se les administro la vacunas antigripales, otro grupo de riesgo son, el personal de salud, los enfermos crónicos como son los diabéticos obesos mórbido enfermos cardiacos, cardiopatías congénitas insuficientes renales enfermedades respiratorias crónica etc..., Y adultos mayores o iguales a 65 años con factores de riesgo. Cabe destacar que el Ministerio de Salud Publica ha distribuido vacunas en forma tal que los pacientes con factores de riesgo sean con obra social o no puedan ir a los niveles públicos a recibir.

COMO MEDIDAS HIGIÉNICAS SE DEBE TENER EN CUENTA LOS SIGUIENTES CONSEJOS

•  Lavarse las manos con agua y jabón con mayor frecuencia

•  Al toser o estornudar cubrirse la boca con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.

• Tirar al cesto los pañuelos descartables usados.

•  Ventilar los ambientes y permitir la entrada del sol.

•  Mantener limpio los picaportes y objeto de uso común

•  No compartir cubiertos ni vasos.

•  Enseñar a los niños a lavarse frecuentemente los manos en la escuela y en el hogar. 

En presencia de síntomas de la enfermedad como el estado febril mayor de 38º, mialgias, decaimiento general etc..., Se debe recurrir al médico para su diagnostico.